Keren Ordoñez ha recuperado su libertad después de pasar nueve años en prisión en Apizaco, Tlaxcala, acusada injustamente de secuestro. Su historia comenzó en 2015, cuando fue detenida en Xalapa frente al domicilio de su expareja, con su bebé de un mes en brazos. Durante su detención, aseguran que fue sometida a tortura, con amenazas dirigidas a su hija para forzarla a confesarse culpable del secuestro de otra mujer.
En 2019, Keren fue condenada a 50 años de cárcel por un delito que no cometió. Aunque logró un amparo en 2021 para revisar su caso, en septiembre de 2024 un juez mantuvo la condena, ignorando su estado de convalecencia tras una cesárea al momento de los hechos y aceptando pruebas obtenidas bajo tortura, además de recurrir a estereotipos de género para validar su culpabilidad.
La lucha por su libertad fue apoyada por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, que apeló la decisión del juez. Finalmente, la magistrada Mary Cruz Ornelas revisó el caso y ordenó su inmediata liberación. Este miércoles, Keren pudo reunirse con su madre y su hija, mientras que la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos afirmó que este es un avance significativo hacia la igualdad en el acceso a la justicia y la eliminación de los estereotipos de género.