La reciente jornada de violencia en Culiacán, Sinaloa, ha dejado un saldo trágico de nueve personas asesinadas en un centro de rehabilitación, además de cinco heridos. Este ataque ocurrió en un contexto de enfrentamientos en la zona rural y se suma a un preocupante aumento de homicidios en la región, con al menos 27 asesinatos reportados en la primera semana de abril.
El ataque tuvo lugar en el centro de rehabilitación Shaddai, donde se informa que podrían estar involucrados altos funcionarios del lugar, como el director y el subdirector. La violencia en Sinaloa es parte de un conflicto prolongado entre grupos criminales, en este caso, los Chapitos y los Mayos, que ha resultado en más de mil homicidios.
Además, durante la misma noche del ataque, se reportaron enfrentamientos en la comunidad de Tapichanola, incluyendo el uso de drones, lo que subraya la escalada de violencia en la región. A pesar de la gravedad de la situación, las autoridades de seguridad no han emitido comentarios sobre el enfrentamiento en Tapichanola hasta el momento. Esta ola de violencia ha generado una profunda preocupación entre la población y ha puesto de manifiesto la complejidad y brutalidad del conflicto en Sinaloa.