Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson han sido galardonados con el Premio Nobel de Ciencias Económicas por sus investigaciones que analizan la influencia de las instituciones en el crecimiento económico de los países. Su trabajo destaca cómo un Estado de derecho deficiente y la presencia de instituciones que explotan a la población son factores que obstaculizan el desarrollo sostenible y el progreso.
El comité del Nobel subrayó que la aportación de los economistas ha sido crucial para entender la relación entre las instituciones sociales y la prosperidad de una nación. A través de sus estudios, han mostrado claramente que las diferencias en ingresos entre países muchas veces se deben a la calidad de las instituciones, y que mejorar dichas instituciones es esencial para reducir esas disparidades.
El anuncio del premio se realizó en Estocolmo, y Acemoglu, sorprendido por la noticia, se encontraba en Grecia participando en una conferencia. La academia resaltó que la investigación de los laureados proporciona una visión más clara de cómo y por qué algunos países prosperan mientras que otros no logran avanzar. Este reconocimiento enfatiza la importancia de contar con instituciones sólidas y justas para fomentar el crecimiento económico.