Gabriel Castañeda Gómez Mont “Crisis Constitucional: ¿El Camino Hacia el Autoritarismo? La Urgente Necesidad de Respetar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación”

En un momento crucial para la democracia mexicana, la importancia de acatar las resoluciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es clave para evitar que el país entre en una deriva autoritaria que amenace el estado de derecho y los derechos fundamentales de sus ciudadanos. Las recientes reformas al poder judicial y las decisiones de la SCJN para limitar ciertas modificaciones constitucionales presentan una disyuntiva histórica: ¿respetaremos las sentencias de la Corte y fortaleceremos nuestra democracia, o veremos cómo el poder se concentra en detrimento de las instituciones que deben equilibrarlo?

 

Gabriel Castañeda Gómez Mont: 

La SCJN en el Contexto Actual: Un Pilar Ante la Crisis Constitucional

 

El actual contexto mexicano se caracteriza por una crisis constitucional en la que el poder ejecutivo y el legislativo promueven reformas de gran envergadura que, de no ser revisadas, podrían desestabilizar los equilibrios necesarios en un sistema democrático. El poder judicial, encabezado por la SCJN, ha actuado hasta ahora como el último bastión para defender la Constitución de estas iniciativas, en su mayoría orientadas a centralizar el poder en pocas manos. La SCJN, con base en su rol constitucional, ha emitido sentencias cruciales para la preservación del estado de derecho y la protección de los derechos de los ciudadanos, estableciendo límites ante posibles abusos.

 

Sin embargo, el respeto a estas resoluciones se ha puesto en duda. La negativa del Ejecutivo o del Legislativo a acatar las sentencias de la SCJN tendría consecuencias que van más allá de un simple desacuerdo entre poderes; implicaría una erosión de los principios que sostienen a una democracia representativa. Ignorar o desestimar las decisiones de la Corte no solo mina su legitimidad, sino que establece un precedente preocupante de desobediencia institucional.

 

Los Riesgos de Desconocer a la SCJN: Camino al Autoritarismo

 

El antecedente de estas reformas plantea un serio riesgo de que la democracia mexicana se transforme en un régimen donde el poder judicial pierda su capacidad de contrapeso. Uno de los pilares de cualquier democracia moderna es un sistema judicial independiente, capaz de limitar los excesos de los otros poderes. En este sentido, la SCJN representa la última línea de defensa ante cualquier intento de centralización o abuso de poder, ya que revisa la constitucionalidad de las decisiones y políticas impulsadas desde el Ejecutivo y el Legislativo.

 

Al desconocer las resoluciones de la SCJN, el país se adentraría en un estado autoritario en el que la justicia se convertiría en una herramienta del gobierno en lugar de un baluarte de la legalidad y el respeto a los derechos humanos. Este tipo de situaciones abre un camino en el cual las reformas dejan de estar sujetas a revisión y pasan a ser inamovibles, eliminando cualquier posibilidad de impugnación. Este panorama establece un sistema en el que el poder se ejerce sin límites, sin los frenos que deben garantizar los derechos y libertades de los ciudadanos.

 

La Modificación Constitucional: Un Blindaje que Amenaza la Democracia

 

Las reformas constitucionales que buscan blindar modificaciones a los artículos 105 y 107, limitando la posibilidad de revisión judicial, representan una grave amenaza a la democracia mexicana. Estas reformas constituyen un intento de reducir las facultades de la SCJN y de asegurar que ninguna decisión de la Suprema Corte pueda cuestionar las decisiones legislativas. De concretarse, México entraría en una etapa sin precedentes en la que los actos legislativos serían virtualmente inatacables, eliminando cualquier tipo de recurso judicial que pueda frenar abusos o desviaciones de los objetivos constitucionales.

 

Esta modificación convierte a las reformas en leyes de facto imposibles de revertir, dotando al Ejecutivo y al Legislativo de una libertad que podría facilitar una concentración de poder extrema. En este contexto, la SCJN se vería impedida de cumplir su papel de garante de la Constitución, pues no contaría con los mecanismos necesarios para hacer valer sus resoluciones. La erosión de estos controles y balances amenaza con desmantelar la arquitectura democrática en México.

 

Estado de Derecho en Riesgo: La Obligación de Acatar las Sentencias

 

Para que un país democrático funcione, es imprescindible que todos los poderes, incluido el Ejecutivo, se sometan a las decisiones de la SCJN. Cuando estas resoluciones se desconocen o son desobedecidas, se envía un mensaje peligroso de que la ley es opcional para quienes ostentan el poder. Esta práctica establece un precedente en el que otros poderes pueden ignorar la legalidad, generando un ambiente de impunidad institucional.

 

La SCJN ha tomado decisiones en defensa del marco constitucional, demostrando un compromiso con el equilibrio democrático, incluso en un escenario donde el poder político presiona para imponer su visión. Respetar sus resoluciones no solo es una obligación legal, sino un compromiso necesario para preservar un estado de derecho funcional y una democracia sólida.

 

El respeto a la SCJN y a sus resoluciones es crucial para mantener el estado de derecho y evitar que México se adentre en un autoritarismo que comprometa los derechos de sus ciudadanos. La función de la SCJN como contrapeso y defensor de la Constitución es una salvaguarda vital ante las reformas que podrían llevar al país a un régimen centralizado y sin rendición de cuentas. La negativa de los poderes a acatar sus decisiones marcaría un punto de inflexión peligroso, uno que México no puede permitirse si busca proteger su democracia y los derechos de su gente.

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