La industria automotriz en México se encuentra en un momento de cambios significativos, especialmente con la creciente presencia de fabricantes chinos en el mercado. México ha sido tradicionalmente un centro importante para la producción de automóviles, albergando fábricas de gigantes como GM, Ford y Volkswagen. Sin embargo, estos fabricantes han experimentado una disminución en su participación en el mercado nacional debido al avance de las marcas chinas, cuyas ventas de automóviles han pasado de prácticamente cero hace cinco años a un 9% en la actualidad.
Uno de los factores que están impulsando este crecimiento es la oferta de vehículos eléctricos por parte de las marcas chinas, los cuales se benefician de ser exentos del programa "Hoy No Circula" en Ciudad de México, que limita la circulación de vehículos con ciertas restricciones. Además, los vehículos eléctricos consumen significativamente menos gasolina que sus equivalentes de combustión, lo que los hace atractivos en un contexto de búsqueda por alternativas más sostenibles.
El mercado de automóviles eléctricos, aunque aún representa menos del 2% de las ventas totales de coches nuevos, ha visto un aumento de más del 40% en sus ventas este año, a pesar de la escasez de infraestructura de carga pública.
Los fabricantes chinos contemplan a México como un peldaño hacia el mercado estadounidense. Sin embargo, enfrentan desafíos debido a los altos aranceles impuestos a los automóviles fabricados en China y a la falta de cumplimiento con las normas de seguridad estadounidenses. En contraste, los vehículos producidos en México y luego exportados a EE.UU. solo enfrentarían un arancel del 2.5%.
A medida que los fabricantes chinos exploran la posibilidad de establecer fábricas en México, el gobierno mexicano ha respondido recientemente aumentando los aranceles sobre los automóviles importados del 15% al 20%, lo que ha sido interpretado como una medida de protección ante el crecimiento de la competencia china en el mercado automotriz.
Este panorama sugiere que, aunque los fabricantes chinos están ganando terreno, la incertidumbre sobre las políticas de comercio y restricciones por parte de Estados Unidos podría influir en su estrategia de expansión en la región.