La situación de Rana Reider, entrenador de destacados atletas como Andre De Grasse y Marcell Jacobs, ha generado controversia en el contexto de los Juegos Olímpicos de París 2024. Tras ser investigado por presunta conducta sexual inapropiada, Reider estuvo en un período de prueba de un año que concluyó en mayo. A pesar de ser acreditado para los Juegos a través del Comité Olímpico Canadiense, nuevos informes llevaron a la revocación de su acreditación.
Este cambio significa que De Grasse, quien busca defender su título olímpico en los 200 metros, no contará con el apoyo de su entrenador durante las semifinales y posiblemente en la final. De Grasse ya ha avanzado a semifinales tras su actuación en la serie de 200 metros.
Por su parte, Jacobs, quien también busca defender su oro olímpico en el evento de relevos 4x100 con el equipo italiano, se vio afectado por la decisión de retirar la acreditación de su entrenador, lo que añade una capa de complicación para ambos atletas en su búsqueda de medallas en París. La situación resalta las tensiones entre el cumplimiento de normativas de conducta y la preparación atlética para competencias de alto nivel.