La protesta frente a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, convocada por familiares y colectivos en memoria de Karla Patricia Cortés Cervantes, resalta la creciente preocupación por la seguridad de las mujeres en el país, especialmente en el contexto de los asesinatos de trabajadoras de plataformas como Uber. Karla, originaria de Veracruz, fue una víctima más en la alarmante ola de feminicidios, y su trágico deceso ha movilizado a la comunidad para exigir justicia.
Su hija Brisa ha sido una voz activa en el clamor por que el caso sea tratado como feminicidio y no como homicidio culposo, lo que sería un enfoque erróneo según los manifestantes y los colectivos que la respaldan. Estos grupos, incluyendo feministas y la comunidad trans, han levantado pancartas con mensajes contundentes, denunciando no solo la muerte de Karla, sino también la falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades ante la violencia de género.
La respuesta de la plataforma Uber fue tardía, y aunque se comprometieron a ayudar a la familia, se ha cuestionado la seguridad que ofrecen a sus conductores y la responsabilidad que tienen en la protección de quienes trabajan a través de su app. Este caso pone de relieve no solo el desafío de la violencia hacia las mujeres en México, sino también la necesidad de que las empresas de transporte se hagan responsables de la seguridad de sus empleados.
La manifestación y la cobertura mediática del caso buscan crear conciencia sobre estos problemas sistémicos y presionar a las autoridades para que implementen cambios que aseguren un entorno más seguro para todas las trabajadoras. La lucha de Brisa y los colectivos es un llamado urgente a la acción para que se tomen medidas contundentes contra el feminicidio y se garantice la justicia que Karla merece.