Culiacán, Sinaloa, ha sido escenario de un violento enfrentamiento entre facciones rivales del cártel de Sinaloa, concretamente en el municipio de Elota. Este conflicto ha dejado al menos ocho muertes confirmadas, además de varios vehículos y viviendas incendiadas, según información proporcionada por la Fiscalía General del Estado (FGE).
Los enfrentamientos se iniciaron el 2 de marzo y se extendieron hasta la tarde del 3 de marzo en áreas rurales donde las fuerzas de seguridad locales carecen de presencia continua, lo que ha generado preocupación entre los residentes de la zona. La Secretaría de Seguridad Pública del Estado reportó inicialmente una víctima fatal y daños material en forma de casas y vehículos, pero posteriormente se confirmó el hallazgo de varios cuerpos.
Entre los hallazgos más macabros, se encontró un cuerpo colgado en un arco de entrada al poblado de Potrerillos del Norote, que estaba decapitado y colgado de una pierna. Otros cuerpos fueron localizados en el mismo poblado y en el cercano Bolillo, la mayoría exhibiendo signos de violencia con múltiples impactos de bala.
Los vecinos mencionaron que el enfrentamiento habría comenzado en Pueblo Nuevo, una comunidad de Elota cercana a Culiacán, una región donde la actividad de grupos armados ha ido en aumento desde que se intensificaron las disputas entre los grupos conocidos como "Los Chapitos" y "Los Mayos" desde septiembre de 2023.
Este tipo de enfrentamientos no son nuevos para Elota; a principios de enero, la comunidad de El Espinal ya había sufrido un choque armado que duró más de una hora, sin que las autoridades de seguridad respondieran a las solicitudes de ayuda de los vecinos. Estos episodios reflejan una preocupante situación de violencia y la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades en una región que ha sido marcada por la actividad del narcotráfico.