El cártel de Sinaloa ha sido, durante varios años, la organización criminal más dominante en el narcotráfico en México, y su estructura se compone de líderes clave, siendo Ismael Zambada García, conocido como El Mayo, uno de los más importantes. Si bien Joaquín "El Chapo" Guzmán es el líder más conocido y mediático del cártel, el papel de El Mayo como estratega es fundamental para entender el funcionamiento del grupo.
A diferencia de El Chapo, quien ha estado involucrado en numerosas disputas violentas con otros cárteles, El Mayo ha adoptado una estrategia más cautelosa, enfocándose en la infiltración y la corrupción dentro de las instituciones, lo que le ha permitido mantener el control y la operatividad del cártel. Esta capacidad de infiltración se extiende a lo largo de diversas áreas del gobierno y hasta el ejército, fortaleciendo así su posición dentro del narcotráfico.
Además, el cártel no solo se dedica al tráfico de drogas, sino que también participa en la obtención y blanqueo de recursos financieros, como lo evidencian las operaciones de los hermanos Cázares Salazar, quienes son señalados como los encargados de "blanquear" los fondos generados por las actividades delictivas.
El estudio de inteligencia de la firma Stratfor subraya la capacidad logística del cártel y su habilidad para operar en un contexto complicado, moviendo drogas, dinero y armas. De este modo, el cártel de Sinaloa, bajo la dirección estratégica de El Mayo y otros líderes, ha logrado consolidarse como la organización más formidable del narcotráfico en México, con influencia que trasciende las fronteras.