Morteza Mehrzadselakjani, el segundo hombre más alto del mundo con 2.46 metros, enfrenta un desafío inesperado en los Juegos Paralímpicos de París 2024: las camas de la Villa Olímpica no son lo suficientemente largas para él, lo que implica que tendrá que dormir en el suelo, como informó su entrenador Hadi Rezaeigarkani.
A pesar de esta situación, el entrenador subrayó que esto no representa un obstáculo para Mehrzad, quien está enfocado en su objetivo de convertirse en campeón. El equipo iraní de voleibol tiene la intención de ganar su octavo título paralímpico en esta disciplina, después de haber ganado siete de las 12 medallas de oro disponibles desde 1976.
Mehrzad padece acromegalia, una enfermedad producida por un exceso de hormona del crecimiento, lo que ha afectado su desarrollo físico. Además, su pierna derecha es significativamente más corta que la izquierda, y usa silla de ruedas o muletas tras un grave accidente de bicicleta en su juventud. A pesar de esto, fue reconocido por un entrenador en 2011 por su altura y comenzó a jugar voleibol sentado, logrando integrar la selección nacional cinco años después. Su historia es un testimonio de perseverancia y dedicación en el deporte.