Dos periodistas han sido asesinados en México en las últimas 24 horas.
A primera hora del dia de ayer ha sido baleado el reportero de información policial Gustavo Sánchez en Tehuantepec, Oaxaca. A 700 kilómetros de allí, en el municipio de Metepec, en el Estado de México, se encontraba a medianoche el cuerpo del periodista Enrique García a bordo de su vehículo. Los crímenes de Sánchez y García se suman a la lista negra que ha convertido a México en el país más peligroso del mundo para la prensa.
Gustavo Sánchez se encontraba con su hijo a bordo de una motocicleta cuando ha recibido los disparos de unos agresores no identificados, según la Fiscalía General de Oaxaca. El ataque ha sido a las 08.00 en el camino de San Vicente y Morro Mazatán, donde el periodista vivía. No era la primera vez que el reportero, que cubría el tráfico de hidrocarburos en la zona, era agredido. “Había antecedentes”, reconoce la Fiscalía.
En julio del año pasado, Sánchez fue baleado en presencia de su familia junto a su domicilio. En esa agresión llegó a avisar en distintos grupos de WhatsApp de que estaba desangrándose y necesitaba una ambulancia.
A raíz de ese ataque, el reportero, que también había recibido otras amenazas, fue integrado en el Mecanismo de Protección de Periodistas el 1 de junio.
La Secretaria de Gobernación dictaminó hace apenas dos semanas que el periodista debía contar con un botón de asistencia con localización para reacción inmediata.
Así, aunque Sánchez debía estar bajo el cuidado de la Secretaria de Seguridad Pública de Oaxaca, en el momento del ataque del jueves por la mañana no contaba con protección.
Del caso del periodista Enrique García la información es escasa. La Fiscalía del Estado de México ha confirmado a EL PAÍS que el cuerpo del reportero fue hallado a medianoche en Metepec a bordo de un vehículo compacto.
De momento la línea de investigación que maneja la Fiscalía es de robo, puesto que García “no ejercía el oficio periodístico en este momento”, sino que “se encontraba laborando en una plataforma de transporte de personas por medio de autos particulares”. García, con una amplia trayectoria como informador, había trabajado en el departamento de comunicación del Gobierno del Estado de México.
Con información de El Pais.
Gustavo Sánchez se encontraba con su hijo a bordo de una motocicleta cuando ha recibido los disparos de unos agresores no identificados, según la Fiscalía General de Oaxaca. El ataque ha sido a las 08.00 en el camino de San Vicente y Morro Mazatán, donde el periodista vivía. No era la primera vez que el reportero, que cubría el tráfico de hidrocarburos en la zona, era agredido. “Había antecedentes”, reconoce la Fiscalía.
En julio del año pasado, Sánchez fue baleado en presencia de su familia junto a su domicilio. En esa agresión llegó a avisar en distintos grupos de WhatsApp de que estaba desangrándose y necesitaba una ambulancia.
A raíz de ese ataque, el reportero, que también había recibido otras amenazas, fue integrado en el Mecanismo de Protección de Periodistas el 1 de junio.
La Secretaria de Gobernación dictaminó hace apenas dos semanas que el periodista debía contar con un botón de asistencia con localización para reacción inmediata.
Así, aunque Sánchez debía estar bajo el cuidado de la Secretaria de Seguridad Pública de Oaxaca, en el momento del ataque del jueves por la mañana no contaba con protección.
Del caso del periodista Enrique García la información es escasa. La Fiscalía del Estado de México ha confirmado a EL PAÍS que el cuerpo del reportero fue hallado a medianoche en Metepec a bordo de un vehículo compacto.
De momento la línea de investigación que maneja la Fiscalía es de robo, puesto que García “no ejercía el oficio periodístico en este momento”, sino que “se encontraba laborando en una plataforma de transporte de personas por medio de autos particulares”. García, con una amplia trayectoria como informador, había trabajado en el departamento de comunicación del Gobierno del Estado de México.
Con información de El Pais.
Comentarios