La protesta de los docentes en Yucatán refleja un descontento generalizado con la reforma de la ley del ISSSTE de 2007, la cual consideran perjudicial para sus derechos laborales y jubilaciones. La manifestación, que reunió a más de mil educadores, se centró en la demanda de prestaciones más justas y dignas, así como la abrogación de la mencionada reforma. La situación se tornó violenta cuando policías del estado utilizaron extintores para dispersar a los manifestantes que intentaban ingresar al Palacio de Gobierno para ser atendidos por el gobernador Joaquín Díaz Mena, conocido como "Huacho".
Los docentes expresaron su frustración no solo por la reforma, sino también por la falta de diálogo y respuesta por parte del gobernador, destacando que Yucatán es el único estado donde aún no han sido recibidos oficialmente. La demanda de una jubilación y pensiones más adecuadas se basó en la discrepancia entre los valores de la UMA y el salario mínimo, lo que afecta directamente la calidad de vida de las familias de los educadores en la región. La protesta también fue un llamado a la unidad entre los docentes para hacer frente a estas injusticias.