Luis Cárdenas Palomino, expresidente de la Policía Federal y cercano colaborador de Genaro García Luna, ha visto un revés judicial significativo. Recientemente, un Tribunal Colegiado de apelación invalidó un auto de libertad previamente dictado por el Juzgado Noveno de Distrito y lo sometió a un auto de formal prisión en relación con el controvertido operativo "Rápido y Furioso". Esta operación, ejecutada durante el mandato de Felipe Calderón, involucró el ingreso de armas a México por parte del gobierno de Estados Unidos con el objetivo de rastrear a los cárteles; sin embargo, las armas se perdieron de vista y fueron adquiridas por grupos criminales.
El tribunal determinó que, a pesar de que anteriormente se había considerado que no había suficientes pruebas para vincular a Cárdenas Palomino con el operativo, existe suficiente evidencia de su probable responsabilidad en el delito de “omisión de impedir la introducción de armas y municiones” al país.
Este caso no es el único que enfrenta Cárdenas Palomino. Actualmente se encuentra recluido en el penal de máxima seguridad del Altiplano, bajo acusaciones de tortura a Israel Vallarta, quien fue víctima de un supuesto montaje judicial que lo presentó como líder de un inexistente grupo del crimen organizado, conocido como Los Zodiaco. Estas acusaciones coinciden con el contexto más amplio de corrupción y complicidad en la lucha contra el narcotráfico en México, resaltando la problemática en las fuerzas de seguridad del país.