DEA sostiene que cárteles mexicanos son los perpetradores del "inmenso daño" a los estadunidenses

El informe de la DEA destaca la preocupación por el impacto de los cárteles de narcotráfico mexicanos en Estados Unidos, centrándose en la producción y el tráfico de fentanilo y otras drogas sintéticas. Esta evaluación, presentada por Robert Murphy, el administrador interino de la DEA, se enmarca dentro de una narrativa más amplia que atribuye la culpa de los problemas relacionados con las drogas a estos cárteles, sin hacer mención significativa a las organizaciones criminales estadounidenses también implicadas en el tráfico y distribución de estas sustancias.
El enfoque del informe resalta cómo los cárteles de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa, entre otros, son responsables de una crisis de salud pública en EE. UU., a través de la producción y comercialización de drogas peligrosas. Esta perspectiva, alineada con la postura del presidente Donald Trump de culpar a factores externos por los problemas del país, omite la compleja realidad del narcotráfico que incluye a actores internos.
El documento dedica una parte significativa a enfatizar el daño provocado por estas organizaciones delictivas, considerando su influencia en la seguridad nacional y la salud pública sin abordar las dinámicas del mercado de drogas y la responsabilidad compartida de ambas naciones, Estados Unidos y México. A medida que se analiza el problema del narcotráfico, surgen preguntas acerca de la efectividad de esta narrativa y su impacto en la colaboración entre ambos países para abordar esta crisis.

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