Crimen organizado se apodera de poblaciones de Guerrero; se someten al Cártel o violencia extrema
La situación en La Palma, en Guerrero, es alarmante debido a la creciente violencia y las amenazas de grupos criminales como La Familia Michoacana. Desde hace un año, los sicarios han impuesto un régimen de terror entre los habitantes, forzándolos a pagar cuotas y a reclutarse en sus filas. La comunidad ha sufrido graves consecuencias, incluyendo la pérdida de ganado, ataques con drones y desplazamiento forzoso de familias.
El asesinato de Jaime Ramírez Bravo, un líder comunitario, fue el desencadenante de una movilización por parte de los pobladores, quienes tomaron la carretera Acapulco-Zihuatanejo para expresar su desesperación y pedir la intervención del gobierno del estado, representado por la gobernadora Evelyn Salgado. A pesar de las promesas de refuerzo de la seguridad, los habitantes están claramente frustrados y sienten que su situación es insostenible.
Frente a esta crisis, los habitantes se ven obligados a considerar alternativas extremas, como solicitar asilo político en EE.UU. o unirse a otro grupo criminal para combatir a La Familia Michoacana. Esta situación refleja una realidad crítica donde la violencia de los grupos delictivos ha llevado a una comunidad a un punto de quiebre, obligándoles a tomar decisiones drásticas para su supervivencia.
Comentarios