El artículo informa sobre la crisis de desplazamiento forzado que se ha intensificado en Michoacán, México, debido a la violencia de grupos criminales en las regiones de la Costa y Tierra Caliente. Más de 550 personas han sido desplazadas en las últimas semanas, según un pronunciamiento de organizaciones sociales y religiosas que demandan atención inmediata para las víctimas. Además, se menciona la desaparición de 17 personas en la comunidad de El Salitre de Estiopila, quienes decidieron quedarse para defender sus hogares.
El documento, dirigido a las autoridades, alerta sobre una serie de agresiones criminales desde el 24 de agosto en comunidades indígenas y campesinas de municipios como Aquila, Chinicuila y Coahuayana. Se destaca que los enfrentamientos ponen en riesgo la seguridad de las comunidades nahuas y que la situación ha deteriorado las condiciones humanitarias y sanitarias, con un incremento súbito de población desplazada que las autoridades locales no pueden atender.
Desde abril, la región ya había enfrentado problemas de violencia, incluyendo incendios y bloqueos en las carreteras. Las familias desplazadas han buscado refugio en localidades de su propio municipio y en Coahuayana, muchas de ellas huyendo sin poder llevar sus documentos. Las organizaciones que firman el pronunciamiento incluyen grupos de derechos humanos y organizaciones religiosas, quienes hacen un llamado urgente a las autoridades para abordar esta crisis.