La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de unirse al paro de los trabajadores en oposición a la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador marca un momento significativo en el panorama judicial de México. Con una mayoría de ocho votos a favor y tres en contra, los ministros han decidido suspender sus labores de forma indefinida, en solidaridad con los empleados del Poder Judicial que están en contra de la reforma.
Esta acción ocurre en un contexto donde la Cámara de Diputados tiene programada la discusión de la reforma, que incluye cambios como la elección por voto popular de jueces y magistrados, lo que ha generado controversia y movilizaciones en diversas partes del país. El medida de los trabajadores de la SCJN de unirse a un paro que comenzó el 19 de agosto refleja un descontento más amplio dentro del sistema judicial.
El fin de semana, se llevaron a cabo manifestaciones que incluyeron a estudiantes de Derecho y ciudadanos, quienes demandaron la defensa de la independencia del Poder Judicial y cuestionaron la legitimidad de las reformas propuestas por el ejecutivo. Los ministros de la SCJN tienen programada una nueva sesión el lunes, donde se evaluará si se mantiene la suspensión de labores.
Este tipo de movilizaciones en el ámbito judicial es poco común y puede tener implicaciones significativas sobre la relación entre los diferentes poderes del Estado y la autonomía del Poder Judicial en México.