El trágico incidente ocurrido en el ejido Mieleras, donde Rolando Medina Puentes perdió la vida tras un enfrentamiento con elementos del Grupo de Reacción de Torreón, ha suscitado una ola de protestas por parte de su familia y la comunidad local. La situación se intensificó el miércoles con un bloqueo en el Giro Independencia, el cual fue desmantelado de manera violenta por la misma policía y personas no identificadas que parecían estar en el lugar en civil. Durante esta intervención, dos periodistas que cubrían la protesta fueron agredidas.
Los hechos se desencadenaron en la madrugada del lunes 7 de abril, cuando más de 40 agentes acudieron al ejido para ejecutar una orden de desalojo sobre familias que habitaban un terreno disputado. Durante el enfrentamiento, Medina Puentes fue herido de muerte, y a pesar de los intentos de su familia de llevarlo a un centro médico, la policía impidió la llegada de una ambulancia, lo que contribuyó a que no recibiera atención a tiempo.
El martes, se llevó a cabo su sepelio, y al día siguiente, su familia y otros habitantes comenzaron a manifestarse, exigiendo justicia y responsabilidad por parte de las autoridades. A lo largo de la protesta, se hizo evidente la presencia de sujetos que, al parecer, intentaron intimidar a los manifestantes, lo que provocó temores de represión.
El presidente municipal, Román Alberto Cepeda González, que se encontraba en una rueda de prensa, expresó su respaldo a la policía y afirmó que la Fiscalía General del Estado investigaría los acontecimientos. No obstante, la insistencia de la comunidad y la familia de Medina Puentes por respuestas claras y justicia sigue en aumento, reflejando una creciente tensión en la relación entre los habitantes y las fuerzas del orden en la región.