La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha determinado que no hay pruebas suficientes para respaldar las acusaciones de acoso sexual en contra de David Aguilar Romero, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). A pesar de las denuncias formuladas por Giovanna Perales, quien afirma haber sido víctima de acoso mientras se desempeñaba como secretaria particular del funcionario, la CNDH ha señalado que la falta de una prueba pericial en psicología solicitada a Perales impidió el avance en la investigación.
En el resolutivo del caso, la CNDH señala que el análisis del expediente no encontró elementos que evidenciaran violaciones a los derechos humanos. Asimismo, indica que no existen antecedentes de que Perales hubiera presentado quejas formales ante los órganos internos de Profeco, como el Comité de Ética o el Órgano Interno de Control. También se menciona que el personal de la Profeco actuó de acuerdo al protocolo establecido para la atención de este tipo de quejas, y que no se encontraron registros de vulneraciones en sus archivos.
La situación ha llamado la atención mediática, especialmente esta semana, después de que Perales compartiera su versión de los hechos, asegurando poseer pruebas contundentes de acoso. Sin embargo, dado que ella dejó de comunicarse con la CNDH tras la solicitud de la prueba psicológica, la investigación no ha podido avanzar.
Este caso pone de manifiesto las dificultades que enfrentan las denuncias de acoso y la importancia de los procedimientos formales en la resolución de estos conflictos en el ámbito laboral.