El gobierno de Chiapas, bajo la dirección de Eduardo Ramírez Aguilar, está considerando incrementar su nivel de endeudamiento para abordar el déficit financiero heredado de la administración anterior del gobernador Manuel Velasco Coello. Este nuevo endeudamiento podría alcanzar hasta 12 mil millones de pesos, monto equivalente a la deuda que contrajo Velasco durante su mandato, que se extendió de 2012 a 2018.
A pesar de que Ramírez Aguilar ha expresado su intención de destinar más recursos a la lucha contra la inseguridad, el hecho de que el Congreso estatal haya aprobado rápidamente un aumento en la deuda plantea preocupaciones sobre el impacto de esta medida sobre el gasto público general. En el contexto de un historial de deuda en Chiapas, donde en administraciones anteriores se han generado compromisos de pago de altos intereses, el nuevo gobierno busca reestructurar y refinanciar deudas específicas que son resultado de las decisiones tomadas en el pasado.
El presupuesto de egresos para el año 2025 está proyectado en casi 132 mil millones de pesos, pero se espera que el proceso legislativo para su aprobación no haya sido exhaustivo, dado que ocurrió rápidamente, con poco debate legislativo en un congreso dominado por la mayoría morenista.
Este contexto plantea un cuadro financiero complejo para Chiapas y resalta las dificultades que enfrentan los actuales administradores en la búsqueda de soluciones a problemas estructurales de la economía estatal, especialmente en áreas críticas como la seguridad.