que en ningún momento tuvo evidencia que lo pudiera vincular de manera directa con actividades ilícitas. Aseguró que siempre confió en la profesionalidad y el compromiso de su secretario de seguridad, Genaro García Luna, a quien le encomendó la responsabilidad de combatir al crimen organizado. Calderón también aludió a la importancia de reconstruir la confianza en las instituciones de seguridad y justicia, y reiteró su llamado a la administración actual para que trabaje en unidad, dejando de lado las diferencias políticas, con el fin de enfrentar de manera efectiva el problema de la inseguridad que afecta al país.
El expresidente concluyó su mensaje resaltando la necesidad de un enfoque integral y colaborativo en el diseño de políticas de seguridad que prioricen la vida y la seguridad de los ciudadanos, señalando que la lucha contra el crimen organizado debe ser una tarea de Estado y no de un solo gobierno. La situación actual exige una respuesta unida y decidida de todos los sectores para garantizar la paz y el orden en México.