El presidente Andrés Manuel López Obrador tomó una posición más directa en relación con la invitación a Vladimir Putin para la toma de posesión de Claudia Sheinbaum. Durante su conferencia, mencionó que México tiene una política de no intervenir en conflictos internacionales y que, por lo tanto, no se pronunciaría sobre la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el presidente ruso.
A su vez, López Obrador reiteró la importancia de mantener un enfoque de neutralidad y diálogo en las relaciones internacionales, defendiendo la idea de que los países deben respetar la soberanía y las decisiones de las naciones en situaciones de conflicto.
Por su parte, Sheinbaum enfatizó que el objetivo de México es la paz y que cualquier decisión sobre la asistencia de líderes internacionales se abordará a través de canales diplomáticos tradicionales. En este sentido, se sugiere que la administración de Sheinbaum continuará con la política exterior de su predecesor, marcada por la no intervención y la promoción del diálogo pacífico.
La postura de México frente a este tipo de situaciones es parte de una larga tradición diplomática que prioriza el respeto mutuo y la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos. El desenlace de esta situación dependerá de la confirmación de los líderes invitados y de las decisiones que tomen en el contexto de la diplomacia internacional.