Antes de su asesinato, Héctor Melesio Cuén acusó a Rocha Moya de quitarle sus escoltas

El trágico asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, ha revelado una compleja red de acusaciones y vínculos políticos en Sinaloa. Cuén, quien acusó al gobernador Rubén Rocha Moya de recibir grandes sumas de dinero durante su campaña electoral en 2021, resalta un contexto de corrupción y presunta colusión con el crimen organizado.
En un podcast difundido días antes de su muerte, Cuén Ojeda menciona que, tras el apoyo del Partido Sinaloense (PAS) a la campaña de Rocha, se dio cuenta de la abundante financiación que el gobernador recibió, sugiriendo que parte de esos recursos podría haber provenido de actividades ilícitas. Aseguró que Rocha y sus hijos habrían utilizado esos fondos para adquirir propiedades tras las elecciones, lo que sugiere posibles irregularidades en el manejo del dinero de campaña.
Este desencuentro político entre Cuén y Rocha parece haber escalado a un nivel de peligro, especialmente considerando que Cuén fue testigo de violaciones graves a los derechos humanos y de la violencia relacionada con el narcotráfico, evidenciada en la privación de libertad de operadores del PRI durante la elección. La tensión también se agrava con referencias a la traición a figuras del narcotráfico, como Ismael "El Mayo" Zambada.
El hecho de que Cuén haya señalado al gobernador Rocha como posible responsable de su seguridad, al indicar que le fue retirada la escolta de la Guardia Nacional, pone de relieve un clima de temor e inquietud en el escenario político de Sinaloa. Su asesinato no solo destaca la peligrosidad del ecosistema político en la región, sino que también deja al descubierto las complicadas relaciones entre la política, el crimen organizado y la corrupción. La situación sigue en desarrollo y presenta un desafío crítico para la gobernanza y la seguridad en el estado.

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