El gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, se pronunció recientemente sobre el trágico asesinato de Rosaura y su familia, atribuyendo la responsabilidad directa de estos actos violentos a las personas que los cometen, y no al Estado. Rosaura había denunciado previamente a Marco Antonio M. G., un expolicía, por violencia familiar y privación ilegal de la libertad. Sin embargo, su proceso legal no avanzó adecuadamente, lo que resultó en su liberación tras un mes en prisión. Menchaca Salazar lamentó la situación y destacó un clima general de violencia en el estado, mientras también mencionó la influencia de la proximidad a la Ciudad de México en la delincuencia.
A pesar de reconocer la gravedad de la problemática de la violencia, el gobernador subrayó que la responsabilidad recae en quienes cometen estos crímenes individuales. Al mismo tiempo, se comprometió a revisar las actuaciones de la Unidad de Medidas Cautelares y la procuraduría estatal, enfatizando la necesidad de garantizar la seguridad de los ciudadanos. Estos hechos ocurren en un contexto donde la violencia y el feminicidio en el estado han hecho pública la urgencia de abordar y mejorar la respuesta del sistema de justicia y seguridad.