El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó sus sentimientos en relación al juicio del exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, quien enfrenta acusaciones graves de corrupción y complicidad con el crimen organizado en Estados Unidos. En su declaración, López Obrador enfatizó que no le gusta que nadie sufra y que no desea el mal para nadie, mostrando una postura más humanitaria frente al tema de las penas y la justicia.
Al ser cuestionado sobre si está de acuerdo con que García Luna reciba cadena perpetua, el presidente respondió que no se siente cómodo hablando de castigos extremos. Sin embargo, subrayó la importancia de que las autoridades evaluen la situación y dictaminen la sentencia apropiada, recordando que cada individuo debe asumir la responsabilidad de sus acciones.
Además, López Obrador compartió su perspectiva sobre el encierro, sugiriendo que, en ciertos casos, la cárcel puede convertirse en un lugar de dignificación y protección, especialmente si la persona en cuestión actúa con conciencia tranquila. Este comentario parece reflejar su enfoque en la moralidad personal y la introspección como elementos cruciales en la vida de los líderes.
El mandatario también hizo hincapié en la gravedad de las acusaciones contra García Luna, que incluyen recibir sobornos durante una década, lo que pone de relieve la corrupción dentro de la estructura del poder en el pasado. López Obrador recomendó revisar con detenimiento los detalles del juicio, enfatizando la seriedad de las acusaciones que enfrenta García Luna.