La libertad sexual de las mujeres, la demanda del feminismo

El consentimiento y el deseo son necesarios e imprescindibles para cualquier relación íntima o sexual

La libertad sexual de las mujeres, la demanda del feminismo

La libertad sexual ha sido y sigue siendo uno de los principales reclamos de la lucha feminista. Los continuos casos de violaciones y otros ataques contra la libertad sexual de mujeres en todo el mundo mantienen la necesidad de los reclamos por una igualdad entre hombres y mujeres, también en el aspecto sexual.

Un ejemplo de la vigencia del problema es que una mayoría de los hombres españoles de 26 a 55 años no están de acuerdo con que la mujer tenga la misma libertad sexual que ellos, según un estudio del Laboratorio de Sexualidad Humana de la Universidad de Granada LabSex UGR.

Las conclusiones del reciente estudio reflejan el “doble estándar sexual” que existe en la sociedad: hay un “doble rasero” para evaluar la misma conducta sexual dependiendo de si la lleva a cabo un hombre o una mujer. Estas conductas pueden ir desde el número de relaciones sexuales hasta la forma de vestir, con un doble estándar favorable al hombre.

Numerosas agrupaciones feministas y ONGs piden que, para abordar de manera integral la violencia sexual, el consentimiento se ponga en el centro de la ley. Según Amnistía Internacional, cualquier acto de naturaleza sexual no consentido o que condicione el libre desarrollo de la vida sexual en cualquier ámbito público o privado debe considerarse violencia sexual y no abuso sexual. Este último es considerado un delito menor , hecho que ha originado múltiples y multitudinarias protestas en las calles debido a su controversia.



Por ello, son necesarias medidas de prevención, detección, investigación, sanción y reparación de las víctimas de violencia sexual de forma integral. Además, el reconocimiento del derecho a la asistencia especializada y accesible de las víctimas de violencia sexual es indespensable para que no se las revictimice en un juicio,se las prejuzgue o estereotipe.



Fuentes: La Vanguardia y  European Journal of Psychology Applied to Legal Context, Amnistía Internacional. 

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