El evento oficial sobre la Pensión Mujeres Bienestar en Zaragoza, San Luis Potosí, tomó un giro inesperado cuando una niña llamada Zoé interrumpió el discurso de la presidenta Claudia Sheinbaum. Con una gran espontaneidad, la pequeña subió al templete y se acercó inicialmente a la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, antes de dirigirse al atril donde se encontraba la presidenta.
Al reconocer a Zoé, Claudia Sheinbaum la recibió con cariño, diciéndole "¡Hola mi amor!" y la tomó en brazos, invitándola a hablar en el micrófono. Con la inocencia típica de los niños, Zoé simplemente repetía "presidenta", lo que provocó una sonrisa en la mandataria, quien le dio un beso en la mejilla antes de ayudarla a bajar. La pequeña, llena de energía, interactuó con varios miembros del gabinete presentes.
Poco después, Zoé regresó al lado de la presidenta, quien le volvió a pedir que se acercara. La niña, con entusiasmo, expresó su deseo de hablar de nuevo, lo que creó un momento entrañable y espontáneo en medio del evento protocolario. Este tipo de situaciones suelen emocionar a la audiencia y destacan la conexión entre los líderes políticos y los ciudadanos, especialmente los más jóvenes.