Hay personas a las que “tronarse” los dedos les causa el alivio de estrés cuando se encuentran en situaciones de preocupación o por gusto. Es una práctica común entre la población ya que el alivio en las articulaciones es inmediato pero ¿Cuáles son los riesgos a largo plazo?
El nombre correcto para esta práctica es crepitación y aunque no representa un riesgo en el momento con el paso del tiempo y si se hace frecuentemente es posible que al llegar a la edad adulta las articulaciones se resientan.
José Luis Sánchez Mejía, médico cirujano ortopedista y traumatólogo de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea del Hospital Central Militar, explicó que cada flexión para tronar los dedos implica una lesión paulatina del cartílago, que a la larga tendrán consecuencias, lo cual producirá un proceso degenerativo o inflamatorio que generará el dolor.
“Nosotros mismos vamos degenerando la articulación, quizá de manera más lenta, pero al final estamos desgastando el cartílago y muy posteriormente el hueso. Entonces ya vamos a tener deformidad de los dedos”, detalló.
El especialista dijo que este tipo de desgaste articular no sólo es por “tronar los dedos”, ya que el proceso degenerativo puede ser por trabajar o hacer algún deporte que implique el uso constante de las manos.
“Se va presentando poco a poco sobre todo en pacientes jóvenes de 25 a 30 años que se dedican a la industria mecánica que tienen que estar con máquinas, apretando y quitando tornillos” mencionó.
El especialista dijo que este tipo de desgaste articular no sólo es por “tronar los dedos”, ya que el proceso degenerativo puede ser por trabajar o hacer algún deporte que implique el uso constante de las manos.
También recomendó a las personas que se “truenan” los dedos, el uso de las pelotitas de esponja o antiestrés, ya que en lugar de desgastar el cartílago, se fortalecen tendones flexores y extensores.

Fuente: TecReview