Olga Sánchez Cordero, exministra de la Suprema Corte de Justicia y actual diputada federal por el partido Morena, ha expresado su preocupación por los riesgos que conlleva la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que busca elegir jueces y magistrados mediante el voto popular. En sus declaraciones, Sánchez Cordero advirtió sobre la posibilidad de que personas sin el perfil adecuado, incluyendo “malandrines”, puedan acceder a puestos en el Poder Judicial debido a la falta de una evaluación estricta de los requisitos de idoneidad y profesionalismo en los aspirantes.
Sánchez Cordero enfatizó la necesidad de cuidar quiénes formarán parte del Poder Judicial, apuntando que es fundamental considerar no solo la experiencia y profesionalismo, sino también la honestidad y honorabilidad de los candidatos. Mencionó que el nuevo sistema de elección podría significar un "periodo de aprendizaje muy largo" para quienes lleguen a esos cargos.
Aparte de su preocupación por la reforma judicial, también abordó la necesidad de revisar los cambios que llevaron a la desaparición de órganos reguladores, así como la naturaleza jurídica de los que se consideran constitucionalmente autónomos, señalando que esto podría afectar el control constitucional que debiera existir sobre ellos. Esto indica su interés en mantener la pluralidad y el equilibrio en las instancias políticas y judiciales del país.