La declaración del general Ricardo Trevilla, secretario de la Defensa Nacional, hace hincapié en que las fuerzas armadas operan bajo un marco que prioriza el respeto a los derechos humanos y la legalidad en su actuar, especialmente en situaciones de enfrentamientos con grupos criminales. Él sostiene que los protocolos de actuación militar incluyen procedimientos para atender a heridos, incluyendo a civiles, y que se actúa de manera inmediata al reportar eventos a las autoridades competentes, como las fiscalías.
Sin embargo, su defensa de la actuación militar puede parecer contradictoria ante incidentes documentados donde se escucha claramente instrucciones que incitan a la violencia, como el conocido caso del “mátalo”. Este tipo de situaciones pone en cuestión la proclamación de que "sistemáticamente no se violan los derechos humanos". La percepción pública y la confianza en la actuación de las fuerzas armadas pueden verse afectadas por estos videos y la preocupación de que, a pesar de las declaraciones oficiales, existen casos de abusos o violaciones que no se abordan adecuadamente.
Es fundamental que las afirmaciones sobre el respeto a los derechos humanos vayan acompañadas de un compromiso real por parte de las autoridades para investigar de manera imparcial y transparente todos los incidentes que puedan sugerir un uso excesivo de la fuerza o la violación de derechos. La rendición de cuentas es crucial para mantener la confianza en las instituciones y garantizar que los derechos de todos los ciudadanos sean preservados, incluso en operaciones contra el crimen organizado.