La actuación de Simone Biles en la "Gira de Redención" ha reafirmado su estatus como una de las más grandes gimnastas de todos los tiempos. En la reciente final de equipos, Biles guiò a su equipo a una victoria contundente, alcanzando una puntuación total de 171.296, lo que les permitió superar cómodamente a sus competidores, Italia y Brasil. Desde el primer ejercicio de la noche, que inició su compañera Jordan Chiles con un impresionante doble Yurchenko, quedó claro que el oro estaba en sus manos.
A pesar de las molestias en su pantorrilla izquierda, Biles deslumbró en su rutina de piso, utilizando ritmos de canciones de Taylor Swift y Beyoncé para cerrar su participación de manera espectacular. A sus 27 años, consiguió su quinto oro olímpico, un logro que destaca su persistencia y talento en un deporte tan exigente. Esta victoria también marca el tercer oro olímpico para Estados Unidos en las últimas cuatro ediciones de los Juegos, solidificando aún más la dominación del equipo estadounidense en la gimnasia artística. Biles y su equipo han demostrado que, aunque la perfección es un objetivo difícil de alcanzar en gimnasia, su excelencia sigue siendo indiscutible.