El caso de Rodolfo “N”, conocido como “Fofo” Márquez, ha generado un gran revuelo en México, especialmente tras su condena por feminicidio en grado de tentativa y la reciente difusión de un video en el que se le observa siendo agredido por custodios penitenciarios. En el video, que ha suscitado preocupación y críticas sobre el trato que reciben los internos en las prisiones, “Fofo” aparece en una situación vulnerable, delante de varios hombres uniformados que lo golpean mientras él implora que cesen las agresiones.
La frase que uno de los agentes le dirige, cuestionando su reacción y aludiendo a su crimen, apunta a una tendencia preocupante en el manejo de la violencia dentro del sistema penitenciario. Esta situación pone de manifiesto no solo la institucionalización de la violencia en los centros de reclusión, sino también el riesgo de que el castigo se perpetúe más allá de las sentencias judiciales.
El escándalo ha provocado reacciones adicionales en la sociedad mexicana, que sigue lidiando con temas de violencia de género, derechos humanos y el tratamiento de los reclusos en las cárceles del país. La vigilancia y la rendición de cuentas sobre el sistema penitenciario son temas críticos que requieren atención continua por parte de las autoridades y de la sociedad en general.