La violencia en Acapulco ha alcanzado niveles alarmantes, con un aumento en los ataques armados en las últimas 24 horas que han dejado seis personas muertas y nueve heridas. Las víctimas incluyen a choferes de transporte público, mujeres y repartidores de diversas empresas, lo que indica un patrón preocupante que afecta a diferentes sectores de la población.
En lo que va del año, se han reportado 33 homicidios dolosos en esta ciudad turística, a pesar de la estrategia de seguridad que incluye la presencia de policías militares y la Guardia Nacional, que acompaña de manera aleatoria a los camiones de las rutas urbanas. A pesar de estas medidas, el ataque a un chofer de autobús en la mañana y a una mujer en la tarde demuestran que la situación de seguridad sigue siendo crítica.
Acapulco ha sido históricamente un destino turístico, pero la creciente criminalidad está generando preocupación tanto entre los residentes como entre los visitantes. La impunidad y el acceso de los delincuentes a armas de fuego son factores que complican la labor de las autoridades para restablecer el orden y garantizar la seguridad en la región.