El caso de César Cantú Escobar y su hijo César Emiliano es un triste reflejo de la crisis de desapariciones que azota a Chiapas. La marcha realizada por sus familiares, amigos y vecinos en la principal avenida de Tuxtla Gutiérrez resalta la angustia y desesperación que viven muchas familias en la región debido a la inseguridad y la violencia.
María de Lourdes Espinosa Castillejos, la esposa y madre de las víctimas, compartió su desgarradora experiencia, describiendo cómo el secuestro de su esposo e hijo ocurrió de manera repentina y violenta. Su relato sobre la comunicación interrumpida y el descubrimiento de la situación a través de las redes sociales añade un elemento de terror y confusión a un momento ya de por sí devastador.
La falta de información y la incertidumbre son factores dolorosos para las familias que enfrentan este tipo de situaciones. María de Lourdes menciona que su esposo es un hombre trabajador, y que su hijo, a sus 16 años, no representaba amenaza alguna para la sociedad. Esto sugiere que podrían haber sido víctimas de un error o confusión por parte de quienes los levantaron.
Su llamado a los responsables para que se pongan la mano en el corazón y devuelvan a su familia con vida subraya la desesperación de muchas familias que enfrentan la violencia en México. La situación plantea interrogantes sobre la impunidad, la violencia y la falta de respuesta eficaz de las autoridades ante este tipo de crímenes.
La historia de César Cantú y su hijo es una entre las muchas desapariciones que se registran en el país, lo que resalta la necesidad urgente de abordar la violencia y la inseguridad, así como de buscar justicia y verdad para las víctimas y sus familias.