El gobernador de Nuevo León, Samuel García, ha sido objeto de controversia tras la revelación de que presuntamente adquirió un rancho de 700 hectáreas en Tamaulipas, cuyo valor se estima en 800 millones de pesos. Este terreno, conocido como finca 156, anteriormente pertenecía a la familia Garza Treviño y fue transferido a un fideicomiso antes de ser adquirido por una empresa vinculada a García.
Según el reportaje de Agencia Reforma, la escritura de la propiedad fue emitida, aunque aún no se ha registrado oficialmente en el Registro Público de la Propiedad de Tamaulipas. Además, se han levantado preocupaciones sobre la gestión en el lugar, con testimonios de pobladores que mencionan la presencia de seguridad y restricciones a los trabajadores para evitar la difusión de imágenes del sitio.
Samuel García ha respondido a las acusaciones, calificándolas de falsas y afirmando que todas sus propiedades están debidamente declaradas y son públicas. El gobernador también aseguró que las obras públicas en su gestión han sido licitadas conforme a la ley, desestimando las insinuaciones de irregularidades.