El homenaje al sacerdote Marcelo Pérez Pérez, asesinado en San Cristóbal de las Casas, reunió a miles de personas en San Andrés Larráinzar, Chiapas, donde se celebró una misa en su memoria. Los asistentes expresaron su dolor y exigieron justicia, coreando "Viva el padre Marcelo" y "justicia, justicia, justicia". La ceremonia fue oficiada por Raúl Vera López, obispo de Saltillo, quien destacó la labor del padre Marcelo como defensor de los derechos de los pueblos indígenas y su valentía al denunciar injusticias, lo cual, según Vera, lo convirtió en blanco de los poderosos.
El acto tuvo lugar en la plaza central, un sitio emblemático que recuerda la firma de los Acuerdos de San Andrés, que abogaban por los derechos de las comunidades indígenas en México. A lo largo de la celebración, la familia del sacerdote se mantuvo junto a su féretro, mientras grupos de música tradicional amenizaban el ambiente. La ausencia del obispo de San Cristóbal, Rodrigo Aguilar Martínez, fue notoria, ya que se encontraba en otro municipio afectado por la violencia del crimen organizado. La muerte de Marcelo Pérez Pérez ha generado un llamado a la comunidad para continuar la lucha por la justicia y los derechos humanos en la región.