Eddy Carrillo ha dedicado más de cinco años a la angustiosa búsqueda de su hijo, Erick Carrillo, quien desapareció el 1 de junio de 2019 en Tijuana. Durante este tiempo, Eddy no solo buscó a su hijo, sino que también se convirtió en un activista, fundando la organización "Todos Somos Erick Carrillo", a través de la cual ayudó a localizar a más de mil 600 personas que también estaban desaparecidas.
A lo largo de su búsqueda, Eddy exploró diversos lugares en Baja California y otras partes de México, enfrentándose a la dura realidad de las desapariciones en el país. La desaparición de Erick, quien en ese momento tenía 24 años y era descrito con características físicas particulares, fue un evento desgarrador para la familia, especialmente porque él residía en Estados Unidos y regresaba a México con frecuencia para visitar a su madre.
El día que desapareció, Erick estaba en Playas de Tijuana y fue visto por última vez saliendo de un bar en compañía de amigos. A través de cámaras de vigilancia, se logró rastrear sus últimos momentos, lo que dejó a su padre con más preguntas que respuestas.
Después de años de búsquedas infructuosas, Eddy Carrillo concluyó su incansable labor el 6 de diciembre, después de haber visitado múltiples fosas y haber encontrado cuerpos en condiciones horribles en diversas regiones del país, como Michoacán y Jalisco. Su historia es una conmovedora representación del dolor y la resiliencia que enfrentan muchas familias en México debido a la crisis de desapariciones.