La situación que se está desarrollando en el fútbol femenino en México, específicamente con el club Mazatlán, ha llamado la atención debido a las acusaciones de amaño de partidos. La Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) está investigando la participación de varias jugadoras en acciones que podrían haber puesto en riesgo la integridad de la competencia.
De acuerdo con informes, se han presentado pruebas de irregularidades durante el partido entre Mazatlán y Chivas, que se llevó a cabo el 2 de febrero. Según el diario Marca, un gerente de monitoreo alertó sobre grandes cantidades de dinero apostadas en un corto período, insinuando que existía un acuerdo entre las jugadoras para facilitar una derrota. Nombres de jugadoras como María Tarango, Brenda García, Ana Patricia Becerra y Olga Anahí Trasviña han sido mencionados como involucrados en esta situación, con evidencia que incluye videos y conversaciones de WhatsApp que sugieren acuerdos para permitir que Chivas ganara el partido de manera abultada.
La FMF ha declarado que tiene pruebas suficientes para abrir un procedimiento de investigación contra las jugadoras bajo su Código de Ética y Reglamento de Sanciones, y les ha otorgado el derecho a defenderse. Este tipo de acusaciones son serias en el mundo del deporte, ya que el amaño de partidos no solo mancha la reputación de los clubes y de sus ligas, sino que también puede llevar a sanciones significativas, tanto para los involucrados como para los clubes mismos.
La expectativa es que la FMF emita un comunicado pronto, determinando si habrá sanciones y cuáles serán las consecuencias para las jugadoras implicadas.