El evento conmemorativo del Dos de Octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas fue un momento de reflexión y homenaje por parte de las autoridades de la Ciudad de México, resaltando el cambio en la administración pública y su enfoque hacia la democracia y los derechos humanos. Martí Batres, jefe de Gobierno, enalteció la figura del actual presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta Claudia Sheinbaum, afirmando que desde 2018 se ha puesto fin a una era de gobiernos represores en el país. Este cambio se considera un homenaje a los estudiantes que lucharon por la libertad y la justicia durante el movimiento de 1968.
Batres subrayó la importancia de un gobierno que no masacra a su pueblo y la relevancia de la reforma judicial, mencionando que la elección de jueces es una forma de profundizar la democracia, un ideal parte de la lucha estudiantil de 1968. También destacó la eliminación del nombre del expresidente Gustavo Díaz Ordaz de las calles de la Ciudad de México, reemplazándolo en algunas colonias por nombres que honran a mujeres luchadoras por la libertad. En este contexto, la colonia antes conocida como Nueva Díaz Ordaz ahora lleva el nombre de "Estudiantes del 1968", simbolizando un reconocimiento a la memoria histórica de aquellos que fueron afectados durante la represión.
Félix Hernández Gamundi, exlíder del movimiento de 1968, mostró su apoyo a la nueva administración y expresó confianza en que el gobierno de Sheinbaum marcará el inicio de un nuevo amanecer. Mencionó también los esfuerzos de la Fiscalía General de la República para recuperar expedientes relacionados con los eventos de 1968 y la Guerra Sucia, lo cual representa un paso hacia la justicia y la reparación histórica en los casos de violaciones de derechos humanos. Esta conmemoración es, por lo tanto, no solo un recuerdo de un momento trágico en la historia, sino también un llamado a la esperanza y a la búsqueda de un futuro más justo.