La reciente aprobación de la minuta sobre la reforma a la Ley del Infonavit en México ha generado un debate significativo entre los partidos políticos y ha suscitado preocupaciones acerca de la administración de los ahorros de los ciudadanos. A través de esta reforma, el Infonavit podrá construir viviendas mediante la creación de una empresa filial, lo que ha levantado inquietudes sobre la fiscalización y la gestión de los fondos de los trabajadores.
La minuta fue apoyada mayoritariamente por el partido Morena y sus aliados, mientras que la oposición, encabezada por el PAN, expresó su rechazo, argumentando que la regulación del Infonavit cambia de manera riesgosa la forma en que se gestionan los ahorros de los trabajadores. Ricardo Anaya, coordinador del PAN en el Senado, criticó la falta de modificaciones a la minuta tras las discusiones previas, lo que, según él, evidencia una falta de transparencia y un riesgo potencial para los depósitos de los ciudadanos en las subcuentas de vivienda.
Anaya puso de relieve su preocupación señalando que esta reforma podría permitir que el gobierno utilice el dinero de los trabajadores para realizar inversiones en proyectos de construcción que, en su opinión, pueden no estar garantizados y que, si resultan fallidos, podrían conducir a pérdidas para los ahorradores.
Este debate resalta nuevamente el tensionado panorama político en el país, así como las diferentes visiones sobre la economía y la gestión del ahorro popular, con la movilización de ambos lados argumentando la defensa de los intereses de los ciudadanos. Mientras la mayoría del Senado apoya la medida como una forma de ampliar las capacidades del Infonavit, la oposición sostiene que se trata de un riesgo innecesario que pone en peligro los ahorros de la clase trabajadora.