En estos tiempos tan difíciles, donde la credibilidad de las instituciones mexicanas pende de un hilo, nuevamente un organismo autónomo recibe ataques por hacer algo para lo cual está facultado Constitucionalmente.
Los informes del Coneval miden el desarrollo del país con base en las políticas públicas desarrolladas por el Gobierno Federal en turno. Cabe resaltar que precisamente por esto, están dotados de autonomía técnica y de gestión; es decir, ellos deciden los parámetros con los cuales realizan sus mediciones y deciden su organización interna, para que ningún poder tenga efecto sobre sus decisiones o la presentación de resultados de las evaluaciones que hace.
Creo que la primera vez que Coneval se hizo famoso fue cuando justo a la salida de Felipe Calderón “el Presidente del empleo” entregó su primer informe donde señalaba que en 2010 existían 52.8 millones de pobres en México y para su salida en 2012, contábamos con 53.3 millones; mientras que políticas públicas como el Seguro Popular, mostraban una reducción de las carencias sociales al pasar en el mismo periodo de tiempo de 28.2% a 23.9% . Que un Presidente que había llegado bajo la consigna de mejores trabajos tuviera un aumento de 500,000 mexicanos en situación de pobreza, fue escandaloso.
Entonces, ¿cómo llamamos a un Presidente que se dice de izquierda y que en sólo dos años de gestión

el tiempo que fue medido

aumentó de 51.9 millones de personas en situación de pobreza a 55.7 millones?, ¿Qué, tiene una evaluación negativa en el indicador carencias sociales por acceso a servicios de salud

todos recordamos la eliminación del Seguro Popular y creación del INSABI

ya que aumentó de 16.2% a 28.2% ? ¡estamos hablando de 12 puntos porcentuales! Que, traducido a números, ciudadanos, personas… ¡son quince millones de mexicanos!
El Estado de Quintana Roo encabeza la lista de entidades con mayor marginación respecto al 2018 al aumentar en 17 puntos porcentuales la cantidad de pobres en la entidad, o sea a 130, 000 ciudadanos. Le sigue el Estado de México con 618,000 personas en situación de pobreza; Puebla con 319,000; y Ciudad de México registró 248,000, solo dos puntos porcentuales arriba de o reportado en 2018.
En la base de datos histórica, las tres entidades con mayor número de pobres son: Quintana Roo, Baja California Sur y Nuevo León.
Tristemente, el informe fue descalificado por los inquilinos de Palacio Nacional. Me pregunto si, ¿existe alguien dentro de ese equipo capaz de tomar la crítica constructiva que hacen este tipo de instituciones para medir el por dónde sí y por donde no debe caminar el país? Tal vez estiman que esta forma de Gobierno ya fue probada y con éxito en el extinto Distrito Federal; lo que no están considerando es que la tecnología hoy es una arma para gobernar y conducir las decisiones de gobierno, sobre todo en la esfera económica con proyecciones; y a diferencia del 2000-2006, la población tiene acceso desde su celular a cualquier tipo de información pública, y puede ver que ese modelo no está funcionando. Digamos pues que, hay más testigos y es más fácil dejar huellas de una mala decisión.
A nadie engaña o regaña el Gobierno Federal, sólo a sí mismo. Y nada peor que producir para el autoconsumo de simpatizantes cautivos… en tú nómina y cautivos.