El pasado jueves, la Junta de Gobierno del Banco de México tomó la decisión de reducir en 25 puntos base la tasa de interés interbancaria a un día, llevándola a un 10.25%. Este movimiento se produce tras el análisis del comportamiento de la inflación y las expectativas, y es el tercer ajuste consecutivo en la política monetaria del banco central.
Aunque la inflación general en octubre experimentó un repunte a 4.76%, la inflación subyacente continuó una tendencia de desaceleración, situándose en 3.80%. A pesar de la necesidad de mantener una postura restrictiva, Banxico consideró adecuado disminuir el grado de apretamiento monetario en función de las proyecciones inflacionarias y la naturaleza de los choques recientes.
La junta también notó el aumento en las tasas de interés de los valores gubernamentales a mediano y largo plazo, así como la depreciación del peso mexicano, influenciada por el entorno electoral en Estados Unidos. No obstante, los mercados financieros han mostrado un comportamiento relativamente estable en medio de estas fluctuaciones.