El análisis del presupuesto y las proyecciones para Petróleos Mexicanos (Pemex) reflejan un enfoque del gobierno mexicano para asegurar la estabilidad y recuperación de la empresa estatal en un contexto de desafíos continuos en el sector energético. Con el aumento del presupuesto para Pemex a un billón 425 mil millones de pesos y proyecciones de ingresos por producción de crudo, el gobierno espera que, aunque la producción en 2025 y años posteriores se mantenga por debajo de los niveles de 2023, la tendencia sea de crecimiento moderado.
Las expectativas son optimistas, con una gradual mejora en la producción de crudo, que se proyecta crecer a partir de 2025, aunque en realidad aún se espera que esté por debajo de lo alcanzado en el año anterior. La estrategia incluye un aumento del precio promedio de la Mezcla Mexicana de Exportación, que se estima en 57.8 dólares por barril en 2025 y que podría alcanzar los 60 dólares por barril hacia el final del sexenio.
Es relevante mencionar que el gobierno ha implementado medidas como la condonación de impuestos y la reducción de obligaciones fiscales para Pemex, en un intento de revertir la situación financiera de la empresa, que anteriormente se caracterizaba por una “fuga” de recursos hacia el erario público. Esta estrategia busca fortalecer a Pemex, asegurando que una mayor proporción de sus ingresos permanezca dentro de la propia compañía para su funcionamiento y desarrollo.
A pesar de estas medidas, también se señala que el gobierno ha realizado recortes en otras dependencias, lo que sugiere que la inyección de recursos a Pemex ha sido prioritaria en comparación con otros sectores. Esto ha llevado a un debate sobre el equilibrio entre fortalecer la paraestatal y mantener la recaudación fiscal necesaria para el funcionamiento del gobierno.
En resumen, el enfoque del gobierno hacia Pemex busca su recuperación y crecimiento en un contexto de alta dependencia de los ingresos petroleros, aunque persiste cierta incertidumbre sobre la sostenibilidad de estas proyecciones a largo plazo, especialmente dentro del marco de la transformación energética y las dinámicas del mercado global.