La situación de violencia en el estado de Michoacán, particularmente en los municipios de Apatzingán y Zitácuaro, ha generado gran preocupación debido al reciente hallazgo de varias cabezas humanas y los disturbios violentos reportados. En Apatzingán, este es el quinto caso de decapitaciones en menos de una semana, destacando la gruesa amenaza que representan los grupos criminales en la región. La última cabeza fue encontrada en una bolsa de plástico, lo que añade un escalofriante nivel de terror en la comunidad local.
En Zitácuaro, los enfrentamientos violentos resultaron en la muerte de tres personas, incluyendo a una joven de 15 años, además de varios heridos y propiedades dañadas, evidenciando la intensa actividad del crimen organizado y su impacto en la vida diaria de los ciudadanos. Los disturbios están vinculados a un operativo de seguridad que parece haber provocado la reacción de un grupo criminal.
El operativo incluyó tiroteos en diversas colonias y bloqueos de carreteras, lo que llevó a la intervención de las fuerzas del orden manteniendo la situación bajo control tras varias horas de caos. La respuesta de las autoridades continúa siendo crucial para abordar la escalofriante ola de violencia que afecta a la región.