Las estudiantes Shanni Valeria Mora Fajardo y Rosa Mendoza Sosa, del Bachillerato Integral Comunitario de Teotitlán del Valle, Oaxaca, han sido reconocidas con el diploma de excelencia del Stockholm Junior Water Prize, un prestigioso galardón reconocido como el “Premio Nobel del Agua”. Su proyecto innovador, titulado “Filtro casero como alternativa para la reutilización del agua entintada en el cultivo de hortalizas”, destaca por su conexión con la rica herencia textil de su comunidad.
Mendoza explicó que el proyecto nació de su amor por las tradiciones de Teotitlán del Valle, donde la producción textil no solo es un medio de subsistencia, sino también un legado cultural. Sin embargo, la práctica del teñido implica un alto consumo de agua, llegando a necesitar hasta 15 litros para teñir un kilogramo de hilo de lana. La introducción de tintes artificiales ha exacerbado este problema, lo que resulta en la contaminación de fuentes de agua y del suelo, presentado un grave riesgo para la salud de la comunidad.
En respuesta a estos desafíos, las jóvenes desarrollaron una solución sostenible que permite la reutilización del agua contaminada para el cultivo de hortalizas. Diseñaron un filtro doméstico que purifica el agua entintada, evaluando su eficacia a través de pruebas de pH y coloración. Los resultados mostraron que el agua filtrada, que cumplía con los niveles de pH aceptables, fue utilizada exitosamente en la germinación de espinaca y rábano, y tienen planes de seguir experimentando con otras verduras.
Con esto, no solo proponen una alternativa ecológica para el manejo del agua en su comunidad, sino que también buscan preservar su identidad cultural y fomentar la sostenibilidad en sus prácticas agrícolas.