Política
Nuevo operativo contra caravana migrante deja lesionados y detenidos en Chiapas
Agentes del Instituto Nacional de Migración INM y la Guardia Nacional lanzaron un operativo contra la caravana de migrantes en el centro urbano de Mapastepec, Chiapas. Un número indeterminado de personas fue arrestado y se desconoce su paradero. El Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos del Sureste Mexicano denunció que se registraron golpes y agresiones contra los migrantes, en su mayoría haitianos.
El operativo inició sobre las 10.30 de la mañana, cuando un grupo de oficiales del INM y Guardia Nacional irrumpió en la plaza de Mapastepec, donde se encontraban unas 200 personas. Entre los congregados había población haitiana y centroamericana, con mujeres embarazadas, niños, niñas y adolescentes y bebés de pocos meses. Los agentes llegaron con unidades antimotines y “perreras”, que es como se conoce a los vehículos del INM en los que se introducen a los migrantes detenidos.
“Llegaron las patrullas y empezaron a detener personas, a correr detrás de ellas”, dijo Miguel Hernández, integrante de la ONG Fray Matías de Córdova y parte del Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos del Sureste Mexicano. A partir de ese momento se desató un caos en el que el activista pudo documentar agresiones por parte de INM y GN como zancadillas a las personas que huían o golpes a quienes habían sido atrapados. Cuando los migrantes eran capturados, eran atados de pies y manos para evitar que escapasen. En algún momento los oficiales trataron de impedir la visibilidad cuando había personas en el suelo, tratando de evitar imágenes como la de un agente migratorio que intentó pisar la cabeza de un migrante el pasado domingo. Tras aquella agresión el INM anunció la suspensión de dos funcionarios. En este caso, las agresiones fueron documentadas por activistas de la red de monitoreo y también había presencia de funcionarios de la Comisión Nacional para los Derechos Humanos CNDH.
La redada provocó la dispersión del grupo. Muchos fueron detenidos, aunque el INM no ha dado datos exactos. Otros se refugiaron en viviendas cercanas y un grupo de unas 40 personas buscó cobijo en la iglesia católica que se encuentra cerca de la plaza.
“Impacta el nivel de crueldad que están utilizando. Permiten que personas caminen a plena luz del sol, a más de 40 grados, sabiendo que van niños, niñas y bebés. Son operativos militares que están usando estrategias de violencia psicológica y uso desproporcionado de la fuerza”, dijo Enrique Vidal, integrante de Fray Matías y también parte del Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos del Sureste Mexicano. “Esto habla del racismo institucional. Más allá del discurso muestra que autoridades están dispuestas a cualquier cosa para quebrar la voluntad de las personas”, afirmó.
La actuación policial provocó la preocupación de las agencias de la ONU. “El incremento de elementos del Instituto Nacional de Migración INM y la Guardia Nacional a lo largo de la frontera sur de México con el objetivo de realizar tareas de verificación y control migratorio debe respetar los derechos humanos de las personas migrantes y solicitantes de asilo”, señalaron hoy ACNUR, Unicef y ONU Derechos Humanos, en un comunicado conjunto. “Para ACNUR, OIM y ONU-DH resultan profundamente preocupantes las imágenes mostradas en los videos difundidos en medios de comunicación el pasado 28 de agosto que muestran a elementos del INM haciendo un uso de la fuerza en contra de personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo – incluyendo niñas y niños –, contrario a los estándares internacionales en la materia, en presencia de elementos de la Guardia Nacional”, dijo el comunicado.
Con información de Animal Político
El operativo inició sobre las 10.30 de la mañana, cuando un grupo de oficiales del INM y Guardia Nacional irrumpió en la plaza de Mapastepec, donde se encontraban unas 200 personas. Entre los congregados había población haitiana y centroamericana, con mujeres embarazadas, niños, niñas y adolescentes y bebés de pocos meses. Los agentes llegaron con unidades antimotines y “perreras”, que es como se conoce a los vehículos del INM en los que se introducen a los migrantes detenidos.
“Llegaron las patrullas y empezaron a detener personas, a correr detrás de ellas”, dijo Miguel Hernández, integrante de la ONG Fray Matías de Córdova y parte del Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos del Sureste Mexicano. A partir de ese momento se desató un caos en el que el activista pudo documentar agresiones por parte de INM y GN como zancadillas a las personas que huían o golpes a quienes habían sido atrapados. Cuando los migrantes eran capturados, eran atados de pies y manos para evitar que escapasen. En algún momento los oficiales trataron de impedir la visibilidad cuando había personas en el suelo, tratando de evitar imágenes como la de un agente migratorio que intentó pisar la cabeza de un migrante el pasado domingo. Tras aquella agresión el INM anunció la suspensión de dos funcionarios. En este caso, las agresiones fueron documentadas por activistas de la red de monitoreo y también había presencia de funcionarios de la Comisión Nacional para los Derechos Humanos CNDH.
La redada provocó la dispersión del grupo. Muchos fueron detenidos, aunque el INM no ha dado datos exactos. Otros se refugiaron en viviendas cercanas y un grupo de unas 40 personas buscó cobijo en la iglesia católica que se encuentra cerca de la plaza.
“Impacta el nivel de crueldad que están utilizando. Permiten que personas caminen a plena luz del sol, a más de 40 grados, sabiendo que van niños, niñas y bebés. Son operativos militares que están usando estrategias de violencia psicológica y uso desproporcionado de la fuerza”, dijo Enrique Vidal, integrante de Fray Matías y también parte del Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos del Sureste Mexicano. “Esto habla del racismo institucional. Más allá del discurso muestra que autoridades están dispuestas a cualquier cosa para quebrar la voluntad de las personas”, afirmó.
La actuación policial provocó la preocupación de las agencias de la ONU. “El incremento de elementos del Instituto Nacional de Migración INM y la Guardia Nacional a lo largo de la frontera sur de México con el objetivo de realizar tareas de verificación y control migratorio debe respetar los derechos humanos de las personas migrantes y solicitantes de asilo”, señalaron hoy ACNUR, Unicef y ONU Derechos Humanos, en un comunicado conjunto. “Para ACNUR, OIM y ONU-DH resultan profundamente preocupantes las imágenes mostradas en los videos difundidos en medios de comunicación el pasado 28 de agosto que muestran a elementos del INM haciendo un uso de la fuerza en contra de personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo – incluyendo niñas y niños –, contrario a los estándares internacionales en la materia, en presencia de elementos de la Guardia Nacional”, dijo el comunicado.
Con información de Animal Político
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