En Nanterre, Francia, el ambiente de las competencias de natación durante los Juegos Olímpicos es emocionante, aunque los tiempos registrados hasta ahora no han sido tan impresionantes. A lo largo de los primeros cuatro días en la piscina de la Arena de La Défense, no se han establecido récords mundiales, lo que algunos atribuyen a la profundidad algo menor de la piscina, que es desmontable y alcanza los 2,2 metros, en lugar de la profundidad mínima recomendada de 2,5 metros que exige World Aquatics para estos eventos.
Katie Ledecky, una de las figuras más destacadas en la natación, expresó que, a pesar de los rumores sobre las condiciones de la piscina, los atletas están allí para competir y hacer el mejor desempeño posible. Aunque esta piscina no cumple con las nuevas normativas que se establecieron después de la concesión de los Juegos a París, los nadadores continúan esforzándose al máximo.
A pesar de la falta de récords mundiales, se han superado cinco récords olímpicos en los primeros 15 eventos realizados. Esto indica que, aunque la piscina no sea la óptima según los estándares actuales, todavía se están logrando actuaciones sobresalientes en el escenario olímpico.