El reciente repunte del Nikkei 225 en Japón, que cerró con un aumento de más del 10%, se produce tras un día de caídas significativas en los mercados globales. Este rebote refleja una adecuada reacción de los inversionistas en Tokio, que aprovecharon las oportunidades en un mercado que había caído drásticamente el día anterior. Ante el desplome del 12,4% del Nikkei, muchos vieron la posibilidad de adquirir acciones a precios reducidos.
El impacto de esta volatilidad se sintió en los mercados de todo el mundo, incluyendo la baja del S&P 500, que tuvo su peor día en casi dos años con una pérdida del 3%. De igual manera, el Dow Jones y el Nasdaq también experimentaron caídas significativas, vinculadas en parte al pobre desempeño de grandes empresas tecnológicas como Apple y Nvidia.
Este entorno de incertidumbre se ha intensificado por los recientes indicadores económicos en EE. UU., que sugieren una desaceleración en el crecimiento laboral y un posible exceso de endurecimiento de las políticas monetarias por parte de la Reserva Federal. Sin embargo, algunos datos, como el informe del Institute for Supply Management sobre el crecimiento de los servicios, muestran un panorama mixto.
Los expertos también señalan que factores técnicos pueden estar exacerbando estas fluctuaciones del mercado, acentuando tanto las pérdidas como los rebotes en un contexto ya de por sí volátil. A medida que los mercados continúan ajustándose a la situación económica, los inversionistas se mantienen cautelosos ante futuras señales de recesión o recuperación.