Política
Narcofiestas y homicidios en Puente Grande.
El gobierno federal anunció ayer el cierre del Centro Federal de Readaptación Social Número 2 Occidente, mejor conocido como el penal de Puente Grande, en Jalisco, con lo se termina la era de la cárcel de máxima seguridad, en la que estuvo recluido el líder del Cártel de Guadalajara, Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, El Mochomito.
En junio del 2017, MILENIO dio a conocer que, entre diciembre de 2015 y marzo de 2016, en este penal se hizo una narcofiesta organizada por José Luis Gutiérrez Valencia, El 77 o El Ojo de Vidrio, pero al que todo mundo conoce como Don Chelo.
Gutiérrez Valencia, quien en otro tiempo se hizo llamar Antonio Herrera Ochoa, fue arrestado en enero de 2010 en Puerto Vallarta. En aquel entonces, las autoridades lo identificaron como miembro del cártel de Sinaloa, para el que alguna vez trabajó.
Tras su reclusión, tomó el control del penal de Puente Grande para el Cártel Jalisco Nueva Generación; es padre de la pareja sentimental de Rubén Oseguera, El Menchito, hijo de El Mencho, líder de esa organización criminal.
Per a Don Chelo la libertad le duró 10 días. En diciembre del 2017, tras salir de la cárcel fue abatido tras un enfrentamiento en Tonalá, Jalisco, incidente en el que murieron un marino y un presunto delincuente más.
El Chapo, el narco que logró fugarse de este penal
En este lugar estuvo preso también quien ha sido señalado como uno de los narcotraficantes más buscados en el mundo: Joaquín El Chapo Guzmán.
El líder del cártel de Sinaloa fue capturado por primera vez en 1993, en Guatemala, siendo encarcelado en el penal de Almoloya, pero posteriormente lo trasladaron a Puente Grande, de donde escapó el 19 de enero del 2001 a través de un carrito de servicio del penal.
Aquel día El Chapo había logrado huir con ayuda de Francisco Javier Camberos Rivera, El Chito, personal de mantenimiento. Por la fuga del capo fueron arraigadas 71 personas, entre ellas el ex director del penal, Leonardo Beltrán Santana, quien con otros elementos de seguridad recuperaron su libertad tras nueve años de estar presos por los delitos de cohecho y evasión de reos.
Familia visita a reo y la mata
En marzo de 2015, Domingo Villa Arellano, de 40 años, asesinó a su familia en el penal. De acuerdo con las versiones, Isela Velázquez Cocula, de 36 años, fue a visitarlo, junto con sus tres hijos.
Villa Arellano dijo que cuando estaban dentro del área de visita conyugal de la sección de servidores públicos, él y su pareja comenzaron a discutir; él estaba molesto porque sus hijos se quejaban constantemente de que su madre los maltrataba.
Agregó que al momento de la discusión, él tomó una punta de metal e hirió en el tórax a Isela Velázquez Cocula, lo que le provocó la muerte; posteriormente atacó a sus dos hijos pequeños, mientras que la otra menor recibió una herida en el pecho, pero logró escapar y pidió ayuda.
Desde su inauguración en 1993, por sus celdas y patios han ocurrido una serie de acontecimientos ajenos a su objetivo de ayudar a la readaptación de los reclusos: fue salón de fiestas, escenario de una fuga y de varios motines, como el de mayo de 1995, en el que internos del módulo 1 y 2 tomaron el tomaron el centro penitenciario y a tres custodios como rehenes.
Los delincuentes cubrieron sus rostros con playeras y usaron puntas metálicas para amenazar a empleados del penal. La revuelta inició cuando tres custodios golpearon a varios internos, aunado a la inconformidad de varios presos por estar incomunicados como castigo por mal comportamiento.
La situación se repitió casi 25 años después y el 22 de mayo pasado se registró otro incidente violento que dejó ocho internos muertos; hasta el momento no se sabe qué propició el hecho y cómo ingresaron las armas de fuego utilizadas en la agresión. Entre las víctimas de ese motín, está Nezahualcóyotl Ibarra Ramos, El Coyote o El Neza, el líder del autogobierno en el Centro de Reinserción Social CRS.
El fiscal del Estado de Jalisco, Gerardo Octavio Solís Gómez, informó que además, se detectó un artefacto explosivo de fabricación casera y decomisaron dos armas, una 380 y otra del calibre 5.7 milímetros.
Se desconoce cómo ingresaron al centro penitenciario. De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019, elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en el penal de Puente Grande hubo 12 riñas del 01 de enero al 31 de octubre de 2019.
Malas condiciones y ejecuciones
Durante los años de servicio de esta cárcel, algunas familias de reos acusaron que el Centro Federal de Readaptación Social Número 2 de Puente Grande presentaba una grave escasez de agua desde hace varios años, de modo que los internos sufrían vejaciones y violaciones a sus derechos humanos por las condiciones insalubres que prevalecen en el reclusorio.
Fue en este mismo lugar donde en julio del 2018, Adrián Gómez Meza, presunto contador del Cártel Jalisco Nueva Generación, detenido a finales de abril de ese año, fue hallado muerto en el gimnasio del penal de Puente Grande, informó en su momento el fiscal estatal, Raúl Sánchez Jiménez.
“Al parecer se colgó con una soga en el gimnasio. Estaba por delitos del orden federal, por lavado de dinero y creo por portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército”, dijo el funcionario.
Desde 2016, Gómez Meza se desempeñaba como contador de Hugo Gonzalo Mendoza Gaytán, El Sapo, jefe de plaza en Puerto Vallarta, y quien es identificado por las autoridades por su relación en el ataque a militares el 13 de mayo de 2014, en el municipio de Guachinango, que dejó cuatro elementos muertos.
Lupillo Rivera, padrino en el penal
No sólo criminales han desfilado por el reclusorio, en diciembre de 2018 el cantante Lupillo Rivera visitó el lugar para ser padrino de 30 reclusas que se graduaron de la carrera Cultura de Belleza.
El llamado Toro del Corrido encabezó la ceremonia para reconocer el esfuerzo y dedicación de las internas por haber terminado la carrera, mientras cumplen su condena. En aquella ocasión, expresó que se sintió honrado de ser padrino de mujeres determinadas; afirmó que nada será imposible para ellas y que todos merecen segundas oportunidades.
El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019 señala que el Centro Federal de Readaptación Social 2 Occidente obtuvo una calificación de 6.81.
Durante una supervisión al penal se detectó que era importante que las autoridades prestaran atención en aspectos que garantizarían la integridad del personal interno, ello tras una deficiencia en los servicios de salud e insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos.
En materia de mejores condiciones de gobernabilidad se reportó carencia de personal de seguridad y custodia, así como la presencia de actividades ilícitas.
Mientras que no había actividades educativas y deportivas para una mejor reinserción social de los internos, y una falta de atención a personas adultas mayores.
Cortesía: Telediario.
En junio del 2017, MILENIO dio a conocer que, entre diciembre de 2015 y marzo de 2016, en este penal se hizo una narcofiesta organizada por José Luis Gutiérrez Valencia, El 77 o El Ojo de Vidrio, pero al que todo mundo conoce como Don Chelo.
Gutiérrez Valencia, quien en otro tiempo se hizo llamar Antonio Herrera Ochoa, fue arrestado en enero de 2010 en Puerto Vallarta. En aquel entonces, las autoridades lo identificaron como miembro del cártel de Sinaloa, para el que alguna vez trabajó.
Tras su reclusión, tomó el control del penal de Puente Grande para el Cártel Jalisco Nueva Generación; es padre de la pareja sentimental de Rubén Oseguera, El Menchito, hijo de El Mencho, líder de esa organización criminal.
Per a Don Chelo la libertad le duró 10 días. En diciembre del 2017, tras salir de la cárcel fue abatido tras un enfrentamiento en Tonalá, Jalisco, incidente en el que murieron un marino y un presunto delincuente más.
El Chapo, el narco que logró fugarse de este penal
En este lugar estuvo preso también quien ha sido señalado como uno de los narcotraficantes más buscados en el mundo: Joaquín El Chapo Guzmán.
El líder del cártel de Sinaloa fue capturado por primera vez en 1993, en Guatemala, siendo encarcelado en el penal de Almoloya, pero posteriormente lo trasladaron a Puente Grande, de donde escapó el 19 de enero del 2001 a través de un carrito de servicio del penal.
Aquel día El Chapo había logrado huir con ayuda de Francisco Javier Camberos Rivera, El Chito, personal de mantenimiento. Por la fuga del capo fueron arraigadas 71 personas, entre ellas el ex director del penal, Leonardo Beltrán Santana, quien con otros elementos de seguridad recuperaron su libertad tras nueve años de estar presos por los delitos de cohecho y evasión de reos.
Familia visita a reo y la mata
En marzo de 2015, Domingo Villa Arellano, de 40 años, asesinó a su familia en el penal. De acuerdo con las versiones, Isela Velázquez Cocula, de 36 años, fue a visitarlo, junto con sus tres hijos.
Villa Arellano dijo que cuando estaban dentro del área de visita conyugal de la sección de servidores públicos, él y su pareja comenzaron a discutir; él estaba molesto porque sus hijos se quejaban constantemente de que su madre los maltrataba.
Agregó que al momento de la discusión, él tomó una punta de metal e hirió en el tórax a Isela Velázquez Cocula, lo que le provocó la muerte; posteriormente atacó a sus dos hijos pequeños, mientras que la otra menor recibió una herida en el pecho, pero logró escapar y pidió ayuda.
Desde su inauguración en 1993, por sus celdas y patios han ocurrido una serie de acontecimientos ajenos a su objetivo de ayudar a la readaptación de los reclusos: fue salón de fiestas, escenario de una fuga y de varios motines, como el de mayo de 1995, en el que internos del módulo 1 y 2 tomaron el tomaron el centro penitenciario y a tres custodios como rehenes.
Los delincuentes cubrieron sus rostros con playeras y usaron puntas metálicas para amenazar a empleados del penal. La revuelta inició cuando tres custodios golpearon a varios internos, aunado a la inconformidad de varios presos por estar incomunicados como castigo por mal comportamiento.
La situación se repitió casi 25 años después y el 22 de mayo pasado se registró otro incidente violento que dejó ocho internos muertos; hasta el momento no se sabe qué propició el hecho y cómo ingresaron las armas de fuego utilizadas en la agresión. Entre las víctimas de ese motín, está Nezahualcóyotl Ibarra Ramos, El Coyote o El Neza, el líder del autogobierno en el Centro de Reinserción Social CRS.
El fiscal del Estado de Jalisco, Gerardo Octavio Solís Gómez, informó que además, se detectó un artefacto explosivo de fabricación casera y decomisaron dos armas, una 380 y otra del calibre 5.7 milímetros.
Se desconoce cómo ingresaron al centro penitenciario. De acuerdo con el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019, elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en el penal de Puente Grande hubo 12 riñas del 01 de enero al 31 de octubre de 2019.
Malas condiciones y ejecuciones
Durante los años de servicio de esta cárcel, algunas familias de reos acusaron que el Centro Federal de Readaptación Social Número 2 de Puente Grande presentaba una grave escasez de agua desde hace varios años, de modo que los internos sufrían vejaciones y violaciones a sus derechos humanos por las condiciones insalubres que prevalecen en el reclusorio.
Fue en este mismo lugar donde en julio del 2018, Adrián Gómez Meza, presunto contador del Cártel Jalisco Nueva Generación, detenido a finales de abril de ese año, fue hallado muerto en el gimnasio del penal de Puente Grande, informó en su momento el fiscal estatal, Raúl Sánchez Jiménez.
“Al parecer se colgó con una soga en el gimnasio. Estaba por delitos del orden federal, por lavado de dinero y creo por portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército”, dijo el funcionario.
Desde 2016, Gómez Meza se desempeñaba como contador de Hugo Gonzalo Mendoza Gaytán, El Sapo, jefe de plaza en Puerto Vallarta, y quien es identificado por las autoridades por su relación en el ataque a militares el 13 de mayo de 2014, en el municipio de Guachinango, que dejó cuatro elementos muertos.
Lupillo Rivera, padrino en el penal
No sólo criminales han desfilado por el reclusorio, en diciembre de 2018 el cantante Lupillo Rivera visitó el lugar para ser padrino de 30 reclusas que se graduaron de la carrera Cultura de Belleza.
El llamado Toro del Corrido encabezó la ceremonia para reconocer el esfuerzo y dedicación de las internas por haber terminado la carrera, mientras cumplen su condena. En aquella ocasión, expresó que se sintió honrado de ser padrino de mujeres determinadas; afirmó que nada será imposible para ellas y que todos merecen segundas oportunidades.
El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2019 señala que el Centro Federal de Readaptación Social 2 Occidente obtuvo una calificación de 6.81.
Durante una supervisión al penal se detectó que era importante que las autoridades prestaran atención en aspectos que garantizarían la integridad del personal interno, ello tras una deficiencia en los servicios de salud e insuficiencia de programas para la prevención y atención de incidentes violentos.
En materia de mejores condiciones de gobernabilidad se reportó carencia de personal de seguridad y custodia, así como la presencia de actividades ilícitas.
Mientras que no había actividades educativas y deportivas para una mejor reinserción social de los internos, y una falta de atención a personas adultas mayores.
Cortesía: Telediario.
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