La historia de Jaqueline Palmeros es un testimonio conmovedor de la lucha de las familias de personas desaparecidas en México. Después de cuatro años y medio de búsqueda incansable, logró localizar los restos de su hija, Jael Montserrat Uribe Palmeros, quien había sido vista por última vez el 24 de julio de 2020. A pesar de la dolorosa noticia, la madre se enfrenta a la realidad con fuerza, enfatizando que la búsqueda de su hija continúa. Ella y el colectivo “Una luz en el camino”, que ella dirige, han desempeñado un papel fundamental en la localización de personas desaparecidas, demostrando que son las familias quienes a menudo asumen la responsabilidad de buscar a sus seres queridos.
Durante una conferencia en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Jaqueline compartió su experiencia y la difícil noticia que había recibido, destacando la labor colectiva de búsqueda y la importancia del amor y la perseverancia en este proceso. A pesar de haber encontrado algunos restos, su objetivo es recuperar la mayor cantidad posible de restos para poder ofrecer a su hija unasepultura digna.
Este tipo de situaciones reflejan no solo el dolor humano, sino también las deficiencias en los mecanismos de búsqueda y atención a las víctimas en México, planteando la urgencia de una respuesta más efectiva por parte de las autoridades. La historia de Jaqueline y su lucha son un llamado a la acción y la solidaridad con las familias que atraviesan experiencias similares.